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Sobre las once de la mañana visitaron la casa de Nancy Felicia, bisnieta de Jaime Sánchez, en Remanganaguas. |
Por Arnoldo Fernández Verdecia.
Hoy
vivimos una jornada especial dedicada a José Martí. La misma fue protagonizada
por estudiantes de carreras militares de Santiago, que llegaron hasta
Contramaestre y fueron en peregrinación a Remanganaguas, a rendirle culto al
primer lugar de Cuba, donde el Apóstol recibió cristiana sepultura y tuvo su
primer y único velorio tierra adentro.
Sobre
las once de la mañana visitaron la casa de Nancy Felicia, bisnieta de Jaime
Sánchez, en Remanganaguas; allí estaba por esos azares concurrentes de la
historia, un bisnieto del carpintero Pedro Ferrán Periche, el hombre que hizo
el ataúd donde se trasladaron los restos de José Martí a Santiago de Cuba.
Nancy,
bisnieta de Jaime Sánchez, el adolescente de catorce años que acompañó a Ferrán
Periche en el encargo del servicio funerario para Martí, hizo las delicias de
los estudiantes, pues les narró vivencias de su bisabuelo al hacer el sarcófago y aportó datos de la
memoria local ignorados por la historia nacional.
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En la humilde casa de Nancy celebraron por anticipado el cumpleaños 163 de José Martí Pérez. |
Al
concluir el conversatorio hubo una foto colectiva y un kake. En la humilde casa
de Nancy celebraron por anticipado el cumpleaños 163 de José Martí Pérez. Luego
partieron en peregrinación hasta el cementerio de Remanganaguas y depositaron
una ofrenda floral ante el obelisco que recuerda a los cubanos el primer lugar
donde fue enterrado el Apóstol. El
momento fue propicio para constituir el “Club martiano Remanganaguas”.
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Peregrinación hasta el cementerio de Remanganaguas. |
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Momento de la llegada al Cementerio Remanganaguas. |
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Depositaron una ofrenda floral ante el obelisco que recuerda a los cubanos el primer lugar donde fue enterrado el Apóstol. |
Los
recién bautizados, integrantes del Club, siguieron la tradición de ancestrales
familias de Remanganaguas y colocaron el oído en tierra, para sentir el corazón
del más universal de los cubanos.
En
la despedida, promesas de volver y un caudal de conocimientos
históricos que los hace más patriotas en la hora actual de Cuba.